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Honduras vive un período de mucha tensión tras las elecciones generales del 26 de noviembre. Durante el escrutinio de votos, el sistema informatizado de conteo sufrió un apagón de casi diez horas, en el momento en el cual los primeros resultados daban la ventaja de hasta 5 pontos percentuales a Salvador Nasralla, el candidato de la Alianza Opositora. Después que regresó el sistema, el candidato oficialista y actual presidente Juan Orlando Hernández estaba en mejor posición y, según los números, resultó ganador con una diferencia de 51.260 votos.
La oposición denuncia que hubo un fraude, y exige que se revisen nuevamente 5 mil 173 actas electorales. Mientras tanto, protestas ocurren en todo el país. Desde el viernes 1 de diciembre el gobierno suspendió las garantías individuales y decretó un toque de queda por diez días.
El equipo de comunicación de la ISP entrevistó a Miguel Ángel Mejía, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (Sitramedhys), filiado a la ISP, sobre la situación en Honduras y las perspectivas para el futuro.
¿Qué puede usted contar de la situación actual en Honduras?
Nosotros nos vimos convocados a las elecciones generales del 26 de noviembre de este año. El pueblo, de forma muy decidida, muy contundente y muy cívica, concurrió a las urnas en paz y con mucha tranquilidad. Sorpresivamente, durante el conteo de votos, cuando iba ganando el candidato de los partidos que representan la oposición en el país, el sistema abruptamente se cayó por diez horas, y cuando regresó el sistema estaba ganando el candidato oficialista.
Eso ha indignado la gente aquí en Honduras, y la gente se fue a las calles a manifestarse pacíficamente. Indubitablemente se han dado actos vandálicos. Los partidos de oposición acusan al oficialismo de haberse infiltrado a las manifestaciones y cometido estos actos vandálicos para justificar un toque de queda. Ya lo implementaron. Pero hay una desobediencia civil de parte de la población hondureña, que no lo ha acatado. Ha habido manifestaciones, desobedeciendo al toque de queda que ha implementado el gobierno.
¿Cómo el SITRAMEDHYS observa a la situación y como piensa actuar frente a los últimos sucesos?
Vemos con suma preocupación. De por sí, en el tiempo normal que ha gobernado este "presidente", digamolo entre comillas, hemos tenido atropellos a nuestros derechos, a nuestras conquistas. Estamos sumamente preocupados, todo el movimiento sindical hondureño está preocupado, y esperamos que al término del tiempo que resta para declarar ganador un presidente, se acaten las disposiciones que se han emanado de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea (UE) para que se revisen nuevamente las 5 mil 173 actas electorales que están en proceso de disputa. Y que se imponga la voluntad del pueblo hondureño que fue manifestada a través de las urnas.
¿Cómo está el tema de los derechos sindicales y laborales en Honduras desde la deposición de Manuel Zelaya en 2009?
Han sido tremendamente golpeados, los derechos laborales y las conquistas de los trabajadores han sido minimizados hasta la mínima expresión, pero nuestro sindicato por lo menos ha mantenido dentro de lo posible la negociación. Después de cinco años de congelamiento salarial, el 2016 obtuvimos un reajuste salarial dividido en dos años, por lo menos hemos logrado eso. Pero en términos generales, las conquistas y los derechos de los trabajadores han sido diezmados. Se han introducido leyes que los afectan. Y consideramos que esta situación va a recrudecer aún más.
Entonces las perspectivas no son buenas.
No. Las perspectivas que tenemos para el futuro, de imponerse la parte oficial, no son muy halagadoras. Es un panorama muy sombrío, el cual esperamos que no se llegue a concretizar, para el bienestar de clase trabajadora hondureña y del pueblo hondureño en general.