Ponencia presentada por PSI ante el Presidente de Guatemala

Hoy día, Guatemala ocupa el puesto vergonzoso del país más peligroso del mundo para los sindicalistas, con el mayor número de asesinatos y actos de violencia contra dirigentes y activistas sindicales. Ni una sola persona ha recibido una sentencia firme para los asesinatos de 58 dirigentes sindicales perpetrados en los últimos años. Exigimos entonces que los verdaderos autores de estos asesinatos, los que los han encomendado, sean llevados ante la justicia.

Constatamos que el Estado de derecho no funciona en Guatemala, lo que significa que en una relación de poder - el trabajador siempre pierde. El Estado no ofrece protección y apoyo a los ciudadanos y, por ende, viene a ser cómplice de los crímenes que se cometen. La denegación de justicia es un crimen contra la humanidad.

En marzo de 2013, se firmó un convenio entre el Ministerio de Trabajo de Guatemala y el Grupo de los Trabajadores de la OIT. El principal objetivo de este acuerdo es poner fin a la impunidad y promover el diálogo social, pero ¿cuándo podemos esperar un cambio sustancial al respecto?

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