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Monitores de educación especial: Trabajar no debería doler

13 Junio 2016
Work shouldn't hurt
La organización de docentes estadounidenses afiliada a la ISP American Federation of Teachers (AFT) recibe una respuesta abrumadora de sus miembros ante un artículo sobre la violencia hacia los monitores de educación especial, publicado recientemente por uno de sus sindicatos miembros, la Oregon School Employees Association (OSEA).

Se presta mucha atención al acoso en la escuela, pero casi toda se refiere al acoso entre estudiantes. Sin embargo, las agresiones hacia el personal educativo pasan casi desapercibidas, a pesar de que oscilan desde abusos verbales a agresiones físicas directas.

En un debate mantenido el pasado otoño entre dirigentes representantes de personal de apoyo educativo de la AFT, alrededor de la mitad levantó la mano cuando les preguntaron si, personalmente, habían sufrido alguna amenaza física o algún tipo de violencia en la escuela o universidad.

Los monitores de educación especial, así como el personal de apoyo encargado de las aulas para el alumnado sancionado, agentes de seguridad de los campus universitarios y el personal del transporte escolar, corren más riesgo que otros, al igual que los monitores encargados de la disciplina en los recreos y de separar a quienes se pelean. Una las dirigentes, representante del personal de apoyo educativo de Florida y encargada de procesar las reclamaciones de indemnización de los trabajadores y trabajadoras, dijo que, cada semana, hay en su distrito monitores y choferes de buses escolares golpeados.

De hecho, los tres ámbitos profesionales con mayor riesgo de sufrir violencia laboral en todo el país son la sanidad, el orden público y la educación, señaló Amy Bahruth, Directora Adjunta del Departamento de Salud, Seguridad y Bienestar de la AFT. “Lo que probablemente sorprendería a mucha gente, es que estamos al mismo nivel de riesgo que los agentes de orden público”, afirma. Y añadió que no es de extrañar que 30 000 docentes y personal de apoyo educativo se tomaran el tiempo de contestar un cuestionario de 70 preguntas elaborado por la AFT sobre la calidad de la vida laboral y el estrés relacionado con el trabajo.

Una dirigente sindical de Nuevo México señaló un problema nuevo que está observando entre el personal: se les está diagnosticando estrés postraumático. A pesar de que no es una enfermedad aceptada como causa de indemnización de estos trabajadores y trabajadoras, se trata, sin embargo, “de un problema extendido”, afirmó.

 “La violencia es violencia” independientemente de quien venga. Indicó el dirigente de Colorado del personal de apoyo educativo. “Necesitamos hacernos escuchar”.

Encontrarán más información en el sitio web de la AFT.

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