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La recogida de basura en Canadá: Cuando lo privado se vuelve público, la comunidad sale ganando

28 Febrero 2017
Conception Bay South garbage collection
Hace cinco años, el municipio de Conception Bay South, en la provincia de Terranova y Labrador, se enfrentaba a varios problemas con su servicio privatizado de recogida de residuos sólidos. Las quejas se multiplicaban al igual que los costes. En 2011, el Ayuntamiento aprobó la remunicipalización del servicio, poniendo fin a un contrato de 30 años.

Fuente: CUP

Los delegados locales del sindicato CUPE que representaban a los empleados municipales trabajaron sin descanso durante años para convencer a los administradores y al Ayuntamiento de que lo público funcionaba mejor, empezando por recuperar la mayor parte de la recogida de basura, y reuniendo argumentos contundentes para acabar con la privatización de una vez por todas. En la actualidad, tras cinco años de periodo de prueba con buenos resultados, se ha decidido que el servicio siga siendo público. Además, el servicio municipal se ha ampliado e incluye ahora la recogida selectiva en las aceras para el reciclaje.

“Todos salen ganando”, dice Terri-Lynn Cooper, presidente del CUPE 3034. En una reciente encuesta a los residentes, la recogida de basura estaba entre las cosas que mejor valoraban de su comunidad, con casi un 82 por ciento de personas que daban preferencia al servicio.

La mejora de la calidad del servicio es motivo de orgullo para los trabajadores de la recogida de basura, miembros del CUPE 3034. La gestión interna también contribuye a que mejore la seguridad para el personal. Y los representantes del consistorio también ven los beneficios del control interno cuando se trata de rendir cuentas, flexibilidad y ahorros. El ahorro medio anual desde que el servicio se ha remunicipalizado es “significativo”, declara el máximo responsable administrativo del Ayuntamiento Dan Noseworthy, elevándose a unos 230.000 dólares canadienses al año hasta sumar un total de 1.150.000 millones en cinco años. 

Con 25,000 habitantes, Conception Bay South es la segunda comunidad más grande de la provincia y la que más está creciendo. El personal municipal trabaja en la calle cuatro días a la semana en sus característicos camiones blancos recogiendo la basura de unos 10.000 hogares.

Algunos hogares usan cubos de basura de madera, lo que puede ser un peligro para la salud y la seguridad. Los cubos no siempre están junto a la calle, atraen a los roedores y a las avispas, y pueden tener tornillos que sobresalen. Como empleados directos del municipio, estamos mejor equipados para ocuparnos de cubos en mal estado y otros peligros como bolsas con exceso de peso o llenas de objetos cortantes.

“Si vemos que no es seguro, ahora podemos negarnos a tocarlo”, señala Gary Lush, que forma parte del personal de recogida de basura y que antes trabajaba como subcontratado antes de que el Ayuntamiento lo empleara en 2012. “Podemos sacar una foto y mandarla por correo electrónico al personal que se ocupa de ello explicando el problema y la dirección”.

Cuando el servicio estaba externalizado, los basureros no tenían línea directa con la administración municipal. Cuando no recogían la basura porque era peligroso, el personal municipal y los vecinos no sabían por qué se había quedado allí. Los problemas no se resolvían, por lo que se acumulaban las quejas. Ahora, con canales claros de comunicación y responsabilidad, el personal municipal, en colaboración con los basureros, puede ofrecer a los vecinos un seguimiento de los problemas. “Cada vez que presento una queja, está limpio a la semana siguiente”, apunta el basurero Shawn Dillon. La capacidad de tratar cubos de basura que representan un peligro para la salud pública o para nuestra seguridad, es una de las cosas en lo que se diferencia el servicio interno.

“La rendición de cuentas se deriva de la responsabilidad. Eso es lo que ocurre cuando tienes a alguien específicamente responsable de ese servicio en concreto”, apunta Noseworthy. “Estamos mejor preparados y, por tanto, más dispuestos para tratar cubos de basura que presentan un peligro para la salud o para la seguridad” añade.

Como subcontratado, a Corey Mitchell no le pagaban si debía coger una baja por enfermedad ni disfrutaba de otros beneficios de los que ahora es titular como empleado municipal. “Todo es mejor, el sueldo es más alto y tenemos mejores prestaciones”. Además, el municipio nos facilita el equipo de seguridad, como unas botas adecuadas, por las que antes teníamos que pagar.

Dillon ha sido parte del personal de recogida de basura desde 2012. Se le ve feliz cuando describe lo que significa para él mantener limpia la ciudad para sus vecinos, familia y demás miembros de la comunidad. “Es un trabajo fantástico”, añade. El ritmo de trabajo permite que Dillon y sus compañeros trabajen con cuidado y total seguridad. Con el servicio interno, la ciudad se reparte en cuatro rutas, mientras que cuando estaba privatizado, tenían tres rutas más largas y con más carga que levantar.

Mitchell ha pasado de levantar 13 toneladas de basura al día a 8 con las rutas internas más cortas. Por otro lado, los equipos tienen un itinerario regular, lo que les ayuda a prestar un servicio más fiable y homogéneo. Los vecinos han notado el cambio, señala Mitchell, que también se incorporó al equipo en 2012. “Se nos acercan, nos saludan y nos dan las gracias. Nos desean una feliz Navidad con una postal. La gente se porta muy bien con nosotros”.

Los camiones de basura blancos, adquiridos cuando el servicio volvió a ser interno, marcan la pauta del alto nivel de exigencia. Los propios basureros lavan al final de cada día los camiones que lucen un logo de la ciudad, un niño columpiándose en un neumático. Según Cooper, los camiones del subcontratista estaban sucios y eran viejos, lo que a menudo se traducía en fugas y frecuentes averías que interrumpían la recogida.

Leo Power, el anterior subcontratista, se incorporó al primer equipo interno. Los camiones municipales son “muy superiores” a los que teníamos antes, hasta tienen motores que pueden servir de freno. “Movemos mucha carga [en nuestros camiones]. Cuando vas cuesta abajo, no aceleran, sino que reducen la velocidad”, añade Power.

La compra de nuevos camiones supuso menos averías y problemas mecánicos. El mantenimiento de la flota se realiza en el taller municipal, otro factor que aumenta la fiabilidad a la vez que reduce los costes. Al programar cuatro días de recogida, se reserva el lunes para el mantenimiento, y hay sitio en el taller municipal para otros trabajos imprevistos, por lo que los camiones vuelven al servicio antes que en un taller privado.

Los mecánicos, también miembros del CUPE 3034, cuidan una inversión de un millón de dólares, y se ve en el servicio que prestan, señala Joe Byrne, supervisor de obras públicas del Ayuntamiento. “Los camiones se revisan a conciencia aquí. El aceite nunca está negro. No permitiremos que haya que sustituir un motor porque no se cambió el aceite ni nada del estilo”.

Después de cinco años, el municipio estudia renovar la flota. “Los camiones aún funcionan, pero el kilometraje es alto y todas las piezas sufren un desgaste diario”, añade Byrne. Según Byrne, los planes de renovación de la flota municipal significan que los camiones serán sustituidos antes de que empiecen a causar problemas graves, una iniciativa que ahorrará dinero y evitará horas en las que no estarían disponibles por avería”. La ciudad conservará los camiones con menor kilometraje de respaldo, garantizando un servicio fiable incluso cuando uno de los nuevos camiones esté parado en el taller por mantenimiento.

Al final de cada día de recogida, un convoy de cuatro camiones se dirige al vertedero cercano de San Juan de Terranova. Todos trabajan en equipo, esperando hasta que todos hayan acabado para marcharse. Si alguien se retrasa, los que han terminado le ayudan a acabar la ruta.

“Los más trabajadores de la ciudad están en el servicio de recogida de basura”, señala Byrne.

“Lo ponemos todo para ayudar a los demás ‑ y nos apoyamos los unos a los otros”, apunta Lush. “Tengo unos compañeros fantásticos”.


Enlace al artículo original en el sitio web de CUPE: https://cupe.ca/when-private-goes-public-community-wins

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