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En noviembre de 2016, la multinacional eléctrica francesa ENGIE — antes GDF-Suez — anunció el cierre en marzo de 2017 de su central eléctrica alimentada con carbón y su mina adjunta, impactando el medio de vida de más de 1500 trabajadores y sus familias. La mina funcionaba desde los años 60 y Hazelwood era el principal empleador en la comunidad Latrobe Valley.
La afiliada a la ISP, Australian Services Union (ASU), y su federación nacional, la Australian Council of Trade Unions (ACTU), pideron al Gobierno laborista de Andrews, del Estado de Victoria, que interviniera como facilitador con ENGIE y otras empresas del sector eléctrico de la región, como AGL y Energy Australia, en la negociación de un plan de transferencia de los trabajadores desplazados de Hazelwood.
El Gobierno nombró al antiguo ministro federal, Simon Crean, como facilitador entre los sindicatos y las empresas generadoras y mineras.
En noviembre de 2016, ASU y ACTU convocaron una importante conferencia pública titulada “Un futuro más justo y limpio: unidad para una transición justa — un plan para el sector eléctrico” en la que se debatió el proceso de transición equitativa. Este fue el primer paso del proceso que culminó con el Acuerdo de Latrobe Valley.
El acuerdo lo suscriben, además, Yallourn de Energy Australia y las centrales eléctricas de AGL, Loy Yang y Loy Yang B. Abarca a todo el personal permanente y a los subcontratados con presencia continua y garantiza la transferencia de al menos 150 trabajadores especializados, al tiempo que incorpora planes voluntarios de jubilación anticipada. Reconoce el valor y la especialización de los trabajadores y trabajadoras de Hazelwood y ofrece una capacitación adecuada para integrar al personal excedente en sus nuevos puestos.
El Gobierno laborista del Estado de Victoria ha gastado 20 millones de AUD en este paquete que financiará, entre otros, el plan de jubilación anticipada y los programas de mejora de las cualificaciones. El plan de transferencia laboral forma parte de un paquete de transición sin precedentes, valorado en 266 millones de AUD para el Latrobe Valley — y que incluye una Zona de Crecimiento Económico de 50 millones de dólares para apoyar el desarrollo empresarial y el establecimiento de la Autoridad de Latrobe Valley.
Harriet Shing, representante de la región oriental de Victoria, comenta sobre la conclusión del acuerdo: “Este plan es el resultado final de una incansable labor del Gobierno, los sindicatos locales y las empresas generadoras de Latrobe Valley, para obtener los mejores resultados para los trabajadores de Hazelwood”. [1]
Ged Kearney, presidente de ACTU, afirma: “Este plan, que hoy abarca a todo el sector eléctrico de Latrobe Valley, constituye un modelo mundial sobre cómo gestionar la transición de una industria priorizando el empleo y el bienestar de los trabajadores y sus comunidades… Nos enorgullecemos del papel que el movimiento sindical ha desempeñado junto al Gobierno y los empleadores y estamos convencidos de que servirá como ejemplo de los pasos políticos que estos tres grupos pueden dar conjuntamente, para ofrecer nuevas oportunidades laborales a los trabajadores y trabajadoras”. [2]
El Acuerdo de Asociación para la Transferencia de Trabajadores de Latrobe Valley es un paso importante en la dirección adecuada, no sólo para el Estado de Victoria sino para toda Australia y puede servir de ejemplo para otros países.
El Acuerdo de la COP21 sobre Cambio Climático, firmado en París en diciembre de 2015, insta a los gobiernos, e indirectamente a las compañías, a reducir sus emisiones de carbono, de acuerdo con las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDC).
El consejero delegado de ENGIE ya ha señalado que la estrategia de la empresa pretende “convertirla en líder de la transición energética” y que las palabras estratégicas que la definirá son “descarbonizada, digital y descentralizada” [3]. ENGIE está reestructurando significativamente sus operaciones en la UE y, en enero de 2016, encabezó la firma de un acuerdo transnacional de empresa, entre Engie y las federaciones de la Unión Europea de Servicios Públicos (EPSU) e IndustriAll Europa, que contiene disposiciones sobre el desarrollo de las capacidades y el reciclaje profesional en la fase de transición energética.
Por esta razón ASU, junto a su federación nacional ACTU, están pidiendo al Gobierno australiano y a las empresas eléctricas que elaboren un plan de transición energética completo y establezcan una autoridad central, que garantice que no se deja atrás a ningún trabajador, familia o comunidad australiana durante la implementación de los compromisos de transición, y que las empresas energéticas respetan sus responsabilidades sociales.
El Artículo 2.2 del Acuerdo Marco Global --firmado entre las federaciones sindicales internacionales ISP e IndustriAll y la entidad predecesora de ENGIE, GDF-Suez-- contiene una cláusula sobre transición justa que compromete a la empresa a apoyar activamente los principios de "transición justa", para los cuales la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha emitido directrices específicas.
Artículo redactado con la contribución de ASU.
[2] Fuente: http://www.asu.asn.au/news/categories/energy/170501-all-major-energy-companies-now-included-in-historic-latrobe-valley-worker-transfer-scheme
[3] Le Monde Economie, “Isabelle Kocher: “Un groupe comme ENGIE ne se transforme pas facilement”, 02.03.2017 http://www.lemonde.fr/economie/article/2017/03/02/isabelle-kocher-un-groupe-comme-engie-ne-se-transforme-pas-facilement_5088021_3234.html