En una reunión del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Salud y Afines (NEHAWU, por sus siglas en inglés) celebrada en noviembre, el Ministro de Salud de Sudáfrica, Aaron Motsoaledi, afirmó que el sistema de salud del país se encuentra sobrecargado por los extranjeros. Este es un juego peligroso de la carta xenófoba que pretende desviar la atención de los principales desafíos a los que se enfrenta la prestación de asistencia de salud pública: una financiación inadecuada; una gobernanza deficiente y una severa desigualdad social que refuerza la injusticia en materia de salud.