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Rosa Pavanelli intervino durante la sesión plenaria:
«En esta era de globalización neoliberal, crisis ambientales y migraciones masivas, aumentan el racismo, la xenofobia y todas las formas de discriminación. Además de satanizar a los inmigrantes, segmentos enteros de la población nacional han sido deslegitimados y condenados. El vínculo entre el racismo, el sexismo y la explotación laboral nos recuerda quién está de nuestro lado.
El mantra de la privatización y las APP se escucha en todo el mundo y tiene una gran repercusión, tanto en la calidad y accesibilidad de los servicios como en las condiciones laborales de los trabajadores de servicios públicos. La desigualdad y la crisis social resultante deben abordarse urgentemente, pues constituye una de las causas del aumento de la discriminación, que es avivada por los políticos y los partidos populistas.
Debemos luchar contra las políticas antisociales que tienen por objeto dividir a los trabajadores para explotarnos. Mientras que la desigualdad y el trabajo precario está aumentando en todo el mundo y los servicios públicos están siendo atacados por los regímenes de austeridad y privatización, tenemos que contar con todos los trabajadores para permanecer unidos y proteger a las generaciones presentes y futuras. Los trabajadores de la función pública desempeñan un papel importante a la hora de prestar unos servicios públicos basados en la igualdad, otorgar derechos humanos para todos, y promover la justicia social y económica.
Combatir la discriminación implica poner en tela de juicio a los gobiernos y apoyar a organizaciones que son la voz de los marginados. El movimiento sindical debe seguir luchando por lograr legislaciones proactivas en materia salarial y de empleo, especialmente a través de la negociación colectiva, que eliminen la discriminación laboral sistemática que padecen los pueblos indígenas, las mujeres, las personas con discapacidad, LBGT, los jóvenes y los trabajadores migrantes.
Debemos mantener nuestra posición de que los derechos humanos no se negocian. Los gobiernos tienen que tener el valor político para combatir la discriminación en todas sus formas, en vez de fomentarla mediante la legislación. La ISP y sus organizaciones afiliadas se han comprometido a luchar contra la discriminación y por una sociedad inclusiva y no violenta.
Al mismo tiempo, debemos reconocer que aún queda mucho por hacer para acabar con los estereotipos de género. Debemos reflexionar saliendo de los esquemas establecidos y dejar de dividir a las personas en categorías separadas. Esto también supone replantearnos las políticas de igualdad que por lo general no modifican los patrones conductuales y culturales. Celebrar la diversidad en todas sus formas es la mejor manera de garantizar unas sociedades más tolerantes, comprensivas y respetuosas. Y esto implica apoyar a los trabajadores transgénero, que suelen ser los más discriminados.
Mediante la promoción de las mejores prácticas, la elaboración de políticas sindicales y la puesta en marcha de campañas para lograr una legislación contra la discriminación, la ISP también contribuye a la identidad progresista del movimiento sindical. Un sindicato progresista debe luchar por los derechos de los trabajadores LGBT. En la última década hemos avanzado mucho, pero debemos seguir colaborando juntos para garantizar que no se pierdan los progresos realizados y para manifestarnos contra la injusticia y luchar por sociedades más inclusivas.
En octubre de 2017, la ISP y la IE organizarán un foro conjunto de trabajadores LGBT, como reunión previa del Congreso de la ISP. Este será un momento decisivo para que nuestras organizaciones transmitan un potente mensaje de unidad, fuerza y muestren el papel central que desempeñan los derechos humanos. Hemos de fortalecer la representación de los trabajadores LGBTI en las estructuras sindicales y garantizar que los sindicatos adopten políticas LGBTI, lo cual también hará que nuestra labor conjunta sea más eficaz y visible.
Estoy hoy aquí para mostrar el compromiso de la ISP con los derechos de los trabajadores LGBT e insto a todos los dirigentes de nuestras organizaciones afiliadas a que hagan lo mismo en el Congreso de la ISP».