Las víctimas del mercurio ganan el caso en el Tribunal Supremo frente al Estado noruego

Esta importantísima sentencia del Tribunal Supremo podría constituir un hito para aquellos centros de trabajo en los que predominan las mujeres, ya que finalmente establece que el mercurio es dañino para la salud y provocó la enfermedad de las enfermeras dentistas.

La Unión General Noruega de Empleados Municipales (Fagforbundet, en noruego) se encargó de este caso en nombre de un grupo de enfermeras dentistas. No sólo ganó el caso, también el derecho a la devolución de las costas.

Bertha Regine Serigstad, la antigua enfermera dentista que presentó la demanda de indemnización por enfermedad ocupacional, no cabía en sí de alegría cuando su abogada, Anne-Gry Rønning-Aaby, la telefoneó para comunicarle ayer la buena noticia.

Un caso decisivo

“Lleva muchos años soportando el enorme peso de este caso sobre sus hombros”, reconoce Rønning-Aaby, que elevó el caso desde el Tribunal de la Seguridad Social, a través del tribunal de apelación, hasta llegar al Tribunal Supremo.

 “Es una sentencia decisiva para estas mujeres, igual de decisiva que la sentencia sobre el amianto lo fue para muchos hombres hace algunos años. Hay razones para creer que la sentencia puede abrir la puerta a otros casos similares que afectan a enfermedades ocupacionales”, afirma la abogada llena de satisfacción.

Indemnización, un regalo de Navidad

Por ahora, esta sentencia tendrá consecuencias para todas las enfermeras dentales que preparan las amalgamas de mercurio y entran en contacto diariamente en su trabajo con los vapores de mercurio. El sindicato representa a más de 100 de estas mujeres.

En concreto, para Serigstad implicará que la cuantía de su incapacidad laboral se calculará de forma más favorable, algo que tendrá también efectos beneficiosos para su pensión de jubilación. Además, se le concedió una indemnización por daños permanentes de grado 1–3, es decir entre 85.000 NOK y 250.000 NOK (entre 10.000 € y 30.000 €).

Queda por calcular cuánto debe el Estado noruego a cada enfermera dental. La cantidad puede variar de una persona a otra, dependiendo del tiempo que haya trabajado, de su seguro de empresa y de si estaban afiliadas a sindicatos.

Un importante precedente

Hay gran interés por conocer el alcance que tendrá esta sentencia.

Aún no está disponible por escrito el fallo del Tribunal Supremo. Sin embargo, el del Tribunal de Apelación establecía que no era necesario que se dieran “un conjunto de síntomas o indicadores” para que haya una enfermedad ocupacional; la enfermedad puede presentarse de distintas formas.

Se espera que esta sentencia beneficie a varios centros de trabajo en los que predominan las mujeres, cuyo personal puede padecer enfermedades de pulmones, alergias u obstrucción pulmonar crónica, o a los centros que trabajan con rayos x.

En general, se han investigado poco las enfermedades ocupacionales relacionadas con centros de trabajo en los que predominan las mujeres. Sin embargo, en este caso sobre el mercurio, las víctimas disfrutaron del apoyo coordinado de un entorno médico profesional.

Una gran victoria

“Fantástico, esto es simplemente fantástico.” Esta es la reacción de la dirigente sindical Mette Nord. “Es importante el hecho de que finalmente hayan creído a estas mujeres. Pero es muy triste que se haya tardado tanto. Muchas de las mujeres afectadas por este caso ya no están vivas”, destaca, y añade que el hecho de que el Estado interpusiera un recurso ante el Tribunal Supremo implica que esta sentencia es ya definitiva.

Vegard Velle, Fagbladet

Source: http://www.fagbladet.no/forsiden/kvikkslvofrene_vant_mot_staten_i_hyesterett_228193.html